Cuando se tiene un café de especialidad en las manos, se presenta un momento de decisión (o indecisión) al elegir como prepararlo y es que a pesar de que uno haya dado el paso de elegir un cierto proceso o una variedad, incluso el tostador del café, puede que no estemos seguros de que método usar para prepararlo para que destaquen aquellas características que lo hacen especial y es justo aquí donde hay que poner atención y centrar nuestra decisión lo mejor posible en dichas características organolépticas.
Se tomará una mejor decisión si conocemos el perfil o las notas de sabor que se pueden encontrar en dicho café en lugar de forzar a que el café sepa a una idea preconcebida. No es problema si solo se tiene un par de métodos en casa, ejemplo una prensa francesa y una moka italiana, lo que debes saber es que con cada uno encontrarás distintos resultados. Un ejercicio del que podemos aprender mucho y practicar nuestras técnicas de barista es haciendo pruebas (preparando una taza) con cada uno de los métodos disponibles y anotando los resultados. Usar los sentidos para describir y/o diferenciar hace toda la diferencia. También tomarse el tiempo de ajustar el molido y las otras variables que cada método requiere.
Cada café es diferente así como los gustos y preferencias de cada quien. No siempre apreciamos la acidez de la misma manera o preferimos los sabores afrutados que se alejan de lo cítrico, etc. de lo que se trata es desarrollemos la manera en que identificamos y describimos aquello que disfrutamos más del café y que "juguemos" con las distintas preparaciones para destacar o balancear eso con el resto de características que nos ofrecen los cafés de especialidad ¿no crees que vale la pena?